No es posible referirse al movimiento general de la atmósfera sino se lo hace en términos de promedios estadísticos. Esto se debe a la irregularidad de las configuraciones observadas a diario sobre las cartas meteorológicas, que a menudo confunden toda significación de esta circulación.
Se ha visto que en promedio, la cantidad de energía recibida del sol es igual a la devuelta porla tierra hacia el espacio exterior. Sin embargo, este equilibrio, que se mantiene para periodos suficientemente largos, no es válido en el corto plazo, pues en general este equilibrio de los elementos climáticos es función no solo de los factores como la latitud, la declinación y el ángulo horario ya conocido, sino también de la longitud y de la altitud, de la superficie, etc.
Teniendo en cuenta estos factores, se puede demostrar que, en las regiones polares el balance de radiación en superficie es negativo, es decir que se emite más de lo que se recibe, mientras que en las zonas de latitudes bajas ocurre lo contrario. Consecuentemente con esto se evidencia que ha de existir un mecanismo de transporte de calor desde el ecuador hacia los polos, de manera tal que impide el continuo aumento de la temperatura en la zona de latitudes bajas y la disminución paulatina en los casquetes polares.
Esta redistribución del calor sobre el planeta no se puede producir más que por un tipo de transporte: el convectivo-advectivo, es decir, que va acompañado por un transporte de masa.
Las otras formas de transferencia de calor, radiación y conducción, son completamente despreciables para el transporte horizontal; los medios óptimos para el transporte de masa son los océanos y la atmósfera.
La atmósfera, que se mueve como una gigantesca máquina térmica, donde la fuente de calor está ubicada en una gran franja que rodea las zonas ecuatoriales, y el sumidero en las regiones polares. Esta máquina, cuyo rendimiento relativo es bajo, transforma la diferencia de calor entre las fuentes fría y caliente en energía de movimiento, o cinética, de las corrientes atmosféricas que caracterizan la circulación general; resulta además que la diferencia de calor entre las fuentes es una forma de representar la energía potencial.
Sin embargo, estas corrientes atmosféricas no están regidas exclusivamente por consideraciones de origen termodinámica, sino que intervienen además otras causas, entre las que se destaca como principal la rotación terrestre.
La circulación general es un sistema de corrientes extremadamente complejo y poco conocido hasta nuestros días; en consecuencia, todos los estudios teóricos del sistema se basan en la investigación estadística de observaciones de superficie y altura a escala planetaria, cuya distribución espacial no es homogénea debido a la presencia de grandes áreas deshabitadas (océanos, desiertos, zonas polares, etc.)
Es importante hacer notar que el espesor de la atmósfera es significativamente menor que el radio terrestre por lo que es razonable estudiar ante todo los movimientos horizontales, surgiendo los movimientos verticales como el resultado de una necesidad de compensación, de acuerdo con el principio de conservación de la masa. Por otra parte, es sabido que en el hemisferio sur los vientos abandonan los centros de alta presión desviándose hacia laizquierda, debido a la fuerza de Coriolis; por lo tanto toda descripción del movimiento del aire conduce a la descripción de la distribución de la presión atmosférica.
Existe una zona ecuatorial de bajas presiones que da lugar a la llamada zona de convergencia intertropical (ZCIT) de los vientos alisios; en los niveles bajos esta convergencia es compensada por la divergencia existente en la alta atmósfera.
Otra área de baja presión puede notarse hacia los 60° de latitud, constituyendo el cinturón subpolar de baja presión que coincide con la zona del frente polar. La convergencia en las capas bajas y la divergencia en altura también es característica de esta zona.
Por otra parte, sobre los polos y hacia los 35° de latitud, hay regiones de alta presión, que provocan divergencia en superficie, convergencia en altura y, consecuentemente con esto, subsistencia o movimiento de descenso en la troposfera media, contrariamente a lo que ocurre en las zonas de baja presión donde los movimientos de la troposfera media son de ascenso generalizado.
Estos movimientos, convergencia en superficie -ascenso-, divergencia en altura y divergencia en superficie -descenso-, convergencia en altura provocan una circulación meridional tricelular cerrada, que intentaría explicar, por lo menos en parte, el intercambio de calor, aunque su eficiencia no alcanza para justificar la totalidad de las transferencias de calor; sin embargo, considerando las perturbaciones frontales, es posible explicar la mayor parte del intercambio.