Desde la antigüedad; la presencia de hielos han sido un problema para los marinos que han navegado por los polos. Los hielos marinos son un problema que concierne directamente a los profesionales del mar, ya que restringe e incluso a veces, controla los movimientos del buque.
Por ejemplo, afectan para realizar el cálculo de la posición estimada del buque puesto que provocan cambios de velocidad y de rumbo de forma frecuente e imprecisa. De forma inequívoca, el gobierno del buque es complicado dada la apariencia de los accidentes geográficos que se toman como referencia para tomar situaciones, también se ven alterados o desaparecen completamente cuando existe hielo en la zona. La propagación de las ondas radioeléctricas se reduce por varios motivos: los cambios en la ionosfera provocados por anomalías magnéticas dificultan las comunicaciones marítimas, las características especiales de las superficies afectan directamente a la recepción de las ondas electromagnéticas emitidas por el RADAR del buque, etc. Y de un modo particular, la navegación astronómica se convierte en un problema de difícil solución a causa de la refracción o por la influencia de factores meteorológicos.
Disposiciones del SOLAS sobre hielos
La regla 2 del Capítulo V del SOLAS (Mensajes de peligro), deberá tenerse en cuenta cuando se navegue en zonas de hielos y sus disposiciones seguidas escrupulosamente.
Cuando se envíe un «reporte» sobre icebergs, cierta información es vital:
-Nombre del barco y numeral
-Fecha y hora en el que el iceberg fue avistado
-Método de observación (visual, radar o ambos)
-Número de icebergs avistados —Posición del iceberg (latitud y longitud)
-Tamaño
Forma. Básicamente los icebergs pueden dividirse respecto a sus formas en dos categorías.
Tabulares y no tabulares. Un iceberg tabular tiene su parte superior lisa y sus costados muyverticales. Formas no tabulares pueden ser en forma de cimas montañosas.
La regla 7 del Capítulo V del SOLAS dice:
El Capitán de todo buque al que se le haya informado de la presencia de hielos en la derrota que el buque sigue o cerca de ésta, está obligado durante la noche a navegar a una velocidad moderada o a modificar su derrota para distanciarse de la zona peligrosa.